El Hospital Británico potencia su Unidad de Cuidados Intensivos

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Diario EL PAÍS 04.05.17

Con la incorporación de nuevo equipamiento tecnológico el Hospital Británico optimizará en las próximas semanas las prestaciones de su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), de última generación. La celebración de su 160 aniversario es una buena oportunidad para recorrer el Hospital Británico y hacer una puesta al día de sus distintas áreas, logros y objetivos. La UCI del Hospital Británico, inaugurada hace dos años cuando la ampliación del segundo piso del hospital, fue concebida, diseñada y construida conforme las necesidades específicas del servicio, de forma de facilitar la tarea del personal médico y profesional para el cuidado del paciente crítico. La UCI cuenta con doce salas de cuidado crítico y con cuatro salas de cuidados intermedios y garantiza excelencia en la atención de los pacientes, debido a que fue concebida de acuerdo a su destino, a su equipamiento de última generación y a la dotación profesional con que cuenta. Todas las habitaciones fueron equipadas y amuebladas con la mejor tecnología en camas y bandas técnicas, así como un diseño cálido y confortable para garantizar al paciente y su familia el mejor cuidado, tanto desde el punto de vista asistencial como vivencial. Las habitaciones disponen de equipamiento de última generación, muchos de ellos inteligentes, como monitores, bombas, respiradores y aparatos de diálisis. El sector cuenta con lo mejor en materia de aislamiento y doble circulación en torno a las habitaciones, para el acceso de los familiares de los pacientes. Culminado el proceso de transición y adaptación a la nueva infraestructura, en las próximas semanas, el Hospital Británico incorporará nuevo equipamiento destinado a optimizar las prestaciones del área, informó el doctor Eduardo Amigo, jefe de la UCI. Un ecógrafo de última generación permitirá avanzar en el trabajo con imágenes rápidas, sin sustituir al profesional ecógrafo pero permitiendo la puesta en práctica de “técnicas de imágenes rápidas, ya que para la medicina intensiva es cada vez más útil la ecografía para la confirmación o el descarte de un montón de cosas”. Dicha tecnología permitirá además “realizar accesos vasculares guiados por las imágenes”, ya que se trata de un equipo “muy práctico en su software y que facilita la adquisición de nuevas posibilidades para una serie de procedimientos”, explicó. A ello se sumará el equipamiento necesario para disponer de “oxígeno de alto flujo”, que tiene origen en la medicina pediátrica y permite dejar de lado técnicas de ventilación más invasivas en materia de asistencia respiratoria. A su vez, se estará “optimizando las prestaciones del sistema de monitorización” con que cuenta la UCI, a través de la incorporación de un sistema de monitoreo de la actividad biespectral del electroencefalograma, lo que permite “cuantificar el grado de sedación del paciente”. Amigo apuntó que esto “es importante para evitar tanto la infra como la sobresedación. Permite ser preciso en la sedación, lo que se puede traducir en un descenso de los días en que los pacientes están sedados y con respirador”, entre otras utilidades beneficiosas para el paciente. El jefe de la UCI explicó que en las próximas semanas el personal médico y profesional del área recibirá entrenamiento para el manejo adecuado del nuevo equipamiento. Amigo destacó los bajos índices de infecciones intrahospitalarias, lo que se explica por la “muy buena relación de personal de enfermería respecto de los pacientes. La cantidad y la calidad de la enfermería nos permitirá adoptar rápidamente también la nueva tecnología”, auguró.

Dr. Eduardo Amigo, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Británico

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