MedicinaTransfusional

“CLUB SOLIDARIO” DEL HOSPITAL BRITÁNICO FOMENTA LA DONACIÓN Y ASEGURA SANGRE AL DONANTE Y SUS FAMILIARES La puesta en marcha de un “Club Solidario” permitió al Hospital Británico contar con casi 250 usuarios que donan sangre dos veces al año, fomentar la donación voluntaria y liderar en la adopción de las mejores prácticas a nivel mundial en el área de la Medicina Transfusional. El Hospital Británico fue pionero en el desarrollo en Uruguay de lo que hoy se conoce como Medicina Transfusional, comentó el doctor Diego Estol, Jefe Médico del Departamento de Medicina Transfusional del hospital y nieto del doctor Julio César Estol, quien lideró aquella primera y visionaria etapa. Por sus características, el Departamento de Medicina Transfusional de Hospital Británico debe acompasarse y acompañar, a su vez, el desarrollo de todas las demás áreas del Hospital Británico, que son de alguna manera sus “clientes internos” y a cuyas demandas y necesidades debe responder. El objetivo, explicó Estol, es “dentro de las especialidades de la Medicina Transfusional ser básicamente autosuficientes en las prestaciones” y “frente al desarrollo del hospital producir los elementos que permitan realizar y llevar adelante las técnicas, procedimientos y tratamientos” que se dispongan. Los que brinda el Departamento de Medicina Transfusional son “servicios complementarios”, que complementan precisamente otras terapeúticas, como cuando se realizan extracciones para llevar adelante un transplante de médula, procedimiento en el que brinda soporte al área de Hematología. El Hospital Británico fue pionero también en transplante de médula, puesto que fue el primer hospital de Latinoamérica en el que se realizó una operación de ese tipo. El trabajo del Departamento de Medicina Transfusional supone la producción de productos biológicos a partir del aporte de los donantes, cuya sangre se fracciona para producir hemocomponentes, como los glóbulos, las plaquetas y el plasma fresco, que luego serán utilizados en distintos procedimientos. Esta tarea, como las otras que se llevan adelante en un área tan sensible, supone la observancia de estándares de calidad muy estrictos, la aplicación rigurosa de manuales y estándares de procedimiento, y un seguimiento de los productos que da garantías a todos los involucrados. En materia terapeútica, el departamento trabaja en la extracción de distintos componentes de la sangre así como en consultas propias de la especialidad, como puede ser en el área de Inmunohematología, donde se trabaja en la detección de nuevos anticuerpos o se realizan controles a embarazadas. La sangre llega al Departamento por dos vías. A través de los denominados donantes de reposición, cuando para realizar un procedimiento se le pide al usuario que aporte donantes, o a través de la donación voluntaria. Para fomentar la donación voluntaria, el Hospital Británico puso en marcha un Club Solidario, al que son invitados a integrarse tanto los donantes de reposición como los usuarios y funcionarios médicos y no médicos del hospital. Así el hospital cuenta a la fecha con casi 250 donantes voluntarios que donan sangre dos veces al año. Como contrapartida se aseguran que tendrán cubierta la sangre que pudieran necesitar ellos mismos o algún familiar, tanto en el Hospital Británico como en otra institución de asistencia médica. La iniciativa permite al hospital llegar al donante netamente voluntario, que es considerado a nivel mundial el mejor donante, pues no oculta patologías. La cantidad de donantes voluntarios del Hospital Británico viene creciendo a un ritmo del 10% anual y el 30% de la sangre que gestiona el Departamento de Medicina Transfusional es aportada por ellos. El objetivo, apuntó Estol, es llegar a revertir la ecuación y que el 70% provenga de donantes voluntarios y solo el 30% de donantes de reposición. En ésta como en otras áreas de la medicina moderna el aporte de la tecnología es muy relevante. Así, en materia de detección de anticuerpos el hospital cuenta con el equipamiento más sofisticado que hay en el mercado, la gestión y seguimiento de la sangre y los distintos subproductos se respalda con códigos de barras y la trazabilidad de los productos permite establecer quién donó la sangre, que técnico realizó la extracción, qué procedimientos se realizaron con ella y quién finalmente la realizó, entre otra información.

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