Jorge Facal Médico Especialista en Enfermedades Infecciosas

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Diario LA VOZ DE GALICIA

"En Uruguay el Gobierno, los ciudadanos y las empresas se unieron contra el coronavirus"

Sus padres emigraron de Coristanco a Montevideo, en donde el especialista forma parte del gabinete de crisis del Ejecutivo.

La Costa da Morte exporta talento, y a veces, salen de una misma familia. Es el caso del médico especializado en enfermedades infecciosas, Jorge Facal, relacionado con otro Facal de renombre internacional: Joseph. Sus abuelos eran primos, y si Joseph acabó emigrando de Uruguay a Canadá para convertirse en ministro en Quebec, no sería de extrañar que Jorge pudiera regentar un puesto similar en el futuro. De momento, es más o menos el Fernando Simón uruguayo, ya que es una de las caras más visibles del comité de crisis para gestionar la pandemia del coronavirus en el país latino. Con unos datos envidiables, Uruguay se ha convertido en el espejo que mirar para el resto de naciones del mundo.

—Su familia es de Coristanco. ¿Desde cuándo están Uruguay?

—Sí, mi padre y mi madre son los dos de Coristanco, concretamente de la parroquia de Oca. Se conocían de allá, pero se vinieron por separado para Uruguay. Aquí se reencontraron y comenzaron como pareja. Mi padre se vino en el año 1955 y mi madre en el 57. Yo nací aquí, pero mis genes, mi segunda nacionalidad y mi cultura, son gallegas.

—¿Cada cuánto viene a Galicia?

—Desde hace 12 años voy todos los años. Visitó a mi familia y me manejo en Galicia y por Coristanco como si fuera mi casa.

—Entiendo que la pandemia le ha lastrado los planes de venir.

—Sí, este año ya nada. En el 2021 no me quedo sin ir allá. Se bebe muy bien, y se come estupendo.

—¿Cómo está la situación en Uruguay actualmente?

— Hay muy buenos datos. Tenemos pocos infectados. En cuatro meses que llevamos con la pandemia sumamos poco más de 1.300 en total. Ahora mismo solo hay dos personas en la UCI y menos de 200 casos activos.

—¿El mayor problema de la crisis?

—En estos momentos para nosotros el punto problemático son los países limítrofes. En Argentina hay 7.000 casos nuevos por día. Después, Brasil, con el que tenemos frontera terrestre, también tiene una cifra enorme. Aquí tenemos ciudades binacionales, entonces alguna gente trabaja de un lado, vive del otro, o cruza para hacer transacciones. No hay una estructura limítrofe, por eso los casos nuevos entran por ahí. Se chequea la frontera, pero es muy complicado. Hay transportistas que van y vienen a diario.

—¿Los factores que han determinado el éxito de su estrategia?

—Primero de todo, la unión de voluntades y de fuerzas por parte del Gobierno, los ciudadanos, las empresas... Todo el país se unió en un solo sentido.  Después, la pronta actuación porque estábamos viendo lo que sucedía en Italia y España. Inmediatamente se suspendieron actividades públicas, se cerraron fronteras, se eliminaron todos los actos, se cerraron colegios, centros comerciales... Hubo una cuarentena voluntaria por parte de la población, todos los que pudieron se quedaron en casa.

—Destaca el volúmen de pruebas realizadas

—Se amplió rápidamente la capacidad de testeo. Inicialmente contábamos con un único laboratorio que tenía doscientos kits diagnósticos y hacía treinta test por día. Se centralizó todo, lo público y lo privado. Se firmó un convenio entre República, Universidad, Ministerio de Salud y el Instituto Pasteur de Montevideo para desarrollar kits diagnósticos de producción propia. Eso permitió que cuando no había suministro en ningún lugar, nosotros pudiéramos hacer hasta 3000 test diarios. Pasamos de tener un laboratorio en marzo a tener 22 a fines de mayo.

—¿Cómo vive lo que ocurre en Carballo desde Uruguay?

— Con mi familia de Galicia hablo todas las semanas y me dicen que en Carballo se empieza a mover la gente, que hay mucha actividad en bares, terrazas... Creo que la gente de campo, a nivel rural, seguramente se cuida más. En muy complejo lograr un balance entre la situación sanitaria y la económica, por más que uno quiera priorizar lo sanitario, a veces hay urgencias económicas que hay que atender. En Uruguay la baja demografía, la situación geográfica del país y el bajo número general de casos se debió a la actitud firme y decidida desde el inicio. No podría hablar de lo que es conveniente para España porque es un país muy amplio, con realidades muy distintas.

—¿Es de los que cree que habrá una segunda oleada más fuerte o que se trata de algo permanente?

—Yo creo que vamos a seguir viviendo así mucho tiempo. Hay que aprender a convivir con esto, pero con una variación de casos. Nosotros en Uruguay llegamos a tener días de cero casos, menos de cien y cincuenta casos activos, y pensábamos que habíamos ganado la batalla, pero el problema vuelve con las fronteras.

—¿Cree que la llegada de una vacuna será suficiente?

—Se ha demostrado que son seguras. Se está comenzando la fase tres para demostrar que sean realmente efectivas y que previenen el contagio.Después hay que saber cuánto dura esa protección. Es posible que en el 2021 las tengamos para mitigar los efectos sanitarios y económicos más importantes. La pandemia ha sido una sorpresa mundial.

 

El éxito de los Facal, también en Canadá

 

El éxito académico y social de Facal tiene su correspondencia con Joseph Facal, un canadiense con el mismo origen familiar en la parroquia de Oca: «Sí, mi abuelo y su abuelo eran hermanos. El suyo emigró a Uruguay, el mío se quedó en Galicia. De Uruguay emigró a Canadá, en donde nació Joseph. Yo conocí a su padre, cirujano, en una ocasión en la que regresó a Uruguay y tengo contacto con él, pero con Joseph no he hablado pero le he pedido a mi familia de Galicia su contacto para ponerme en contacto. Su abuelo montó en Uruguay la cadena de bares Facal, que sigue siendo todavía icónica en el país, aunque ya no pertenece a la familia».  Joseph tiene ahora 59 años y un amplio currículo: profesor universitario, director de numerosos trabajos de investigación, columnista de prensa y analista de televisión, y un pasado político amplio: diputado en la Asamblea Nacional de Quebec, presidente del Consejo del Tesoro y tres veces ministro.

 

 

 

 

 

 

 

Dr. Jorge Facal, Médico Especialista en Enfermedades Infecciosas

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